Los Límites de las Prohibiciones al Plástico de Un Solo Uso

¿Sabías que los plásticos de “un solo uso” más comunes que se encuentran en el medio ambiente son las colillas de cigarro, botellas, tapas de botellas, envoltorios de alimentos, bolsas de supermercado, tapas de plástico, pajillas, agitadores para café y otras bebidas, así como empaques y pedazos de durapax/duroport (poliestireno)? La realidad es que los plásticos de un solo uso terminan ensuciando el medio ambiente en parte debido al comportamiento  irresponsable de las personas. Pero también, y en mucho mayor medida, esta contaminación se debe a los sistemas deficientes de gestión de desechos en muchos países, incluyendo los nuestros.Read More »

Un Poco Sobre los Bioplásticos

Los bioplásticos ofrecen una alternativa interesante para la reducción de los impactos del plástico convencional hecho a base de recursos fósiles (petróleo).  A diferencia de este último, los materiales comúnmente utilizados para producir los bioplásticos son el maíz, la caña de azúcar, el aceite vegetal y el almidón. También en Indonesia se están haciendo experimentos para suplir bioplástico con algas marinas.

Los bioplásticos tienen la ventaja de reducir la dependencia de recursos fósiles con la consecuente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las plantas secuestran dióxido de carbono (CO2) durante su crecimiento y el uso de esta biomasa renovable para producir el bioplástico mantiene almacenado al CO2 durante toda la vida útil del producto. Esta fijación de carbono en el bioplástico se puede extender por más tiempo si el material se logra reciclar o compostar. A manera de entender mejor el potencial impacto de los bioplásticos veamos el siguiente ejemplo: el sustituir la demanda global anual de polietileno (PE) con PE de resina natural podría evitar liberar al ambiente más de 42 millones de toneladas anuales de CO2. Esto es similar a las emisiones de CO2 equivalentes a 10 millones de vuelos anuales alrededor del mundo.

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La Guerra Contra el Plástico

El año 2018 se ha visto lleno de varios hechos dentro de lo que parece ser una guerra dirigida a acabar con la contaminación plástica, principalmente los residuos que terminan en los cursos de agua y eventualmente en los océanos. Se cree que lo que rebalsó el vaso ha sido un estudio de la Fundación Ellen MacArthur, donde concluye que en un escenario BAU (Business as Usual), se espera que para el 2025 el océano contenga una tonelada de plástico por cada tres toneladas de pescado, y para el 2050, más plástico que pescado (en términos de peso). Pero también la guerra ha sido provocada por imágenes virales de los efectos de la contaminación plástica en todo el mundo, incluyendo el impacto del plástico de un solo uso en animales marinos.

Detrás de esta guerra se encuentran grupos de activistas, ONGs, gobiernos locales y nacionales y algunas de las empresas más grandes del mundo, así como sus mismos proveedores de plástico. Y aunque hemos visto compromisos significativos de muchas empresas multinacionales, así como de varios gobiernos locales, esta guerra apenas comienza.  Ya sea por elección, conciencia o conveniencia, el resultado ha sido dramático. A continuación unos ejemplos de algunas acciones o compromisos recientes en contra del plástico:Read More »

Plástico, plástico y más plástico

Botellas plasticasNo debe sorprender que a pesar de la versatilidad y durabilidad del plástico, el inadecuado manejo o tratamiento que le brindamos al producto “post consumo” es sumamente desafortunado. Recientemente he tenido la oportunidad de leer varios artículos sobre los impactos del plástico en el medio ambiente. A continuación les comparto algunos datos y cifras de estos artículos que me he permitido traducir y adaptar, y que considero relevantes para generar un poco de conciencia.  Read More »

Hacia una cultura de reciclaje

 

En nuestro país, el término reciclar suele entenderse no solo como la acción de separar la basura y reciclar per se, sino también como la acción de reutilizar algún producto, desecho o residuo, y también como la acción de reducir la cantidad o niveles de basura generados. En realidad, a esto se le conoce como la política de las tres “erres” y representa un comportamiento cada vez más común en los países que buscan el logro de un desarrollo sostenible. Sin embargo, para que el manejo de los desechos o la basura se considere sostenible, la generación de los desechos debe ser menor a la capacidad de carga del medio ambiente o capacidad para asimilar estos desechos. Es obvio que en El Salvador, al igual que en el resto de los países del mundo, esta capacidad de carga ha sido más que sobrepasada. Y es aquí donde la política de las tres “erres” entra en juego como una alternativa viable para revertir, en cierta medida, la degradación de los recursos naturales y para disminuir los niveles de contaminación de los desechos sólidos.Read More »